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Read MoreNuestra muy admirada ciudad, la llamada en su tiempo Reina del Plata, no se encuentra en la actualidad atravesando su mejor momento.
En algunos casos, por causas que exceden a sus posibilidades de mejora, tales como el aumento de la pobreza, la proliferación consecuente de arrebatos de todo tipo, y la creciente cantidad de personas empujada a una situación de calle, entre otras.
No obstante, se ha notado en la última etapa de la última gestión local, y también en la actualidad, aspectos de deterioro que sería positivo fueran tomados en cuenta, para su mejora o solución.
Tránsito: la circulación en la ciudad se encuentra anarquizada. Hay una sensación de ausencia de regulaciones y limitaciones en la materia, al observar las permanentes transgresiones.
En este sentido, las operaciones de carga y descarga, realizadas en doble fila casi permanentemente, y fuera de los horarios habilitados a tal fin, podrían ser fácilmente limitadas, de existir un control por parte de la policía de tránsito de la ciudad, que no parece actuar ante la evidencia de las infracciones cotidianas. Es sabido que ley sin punición no es ley, es anarquía. Aparentemente es lo que está sucediendo.
Estacionamiento indebido: resulta notoria la cantidad de infracciones en este aspecto, especialmente desde que no se observan, salvo esporádicamente, grúas para remolcar los vehículos mal estacionados.
Cabe recordar que en su momento existía un mecanismo punitivo, disuasivo del mal estacionamiento, por su frecuente aparición y eficacia, con lo cual los ilegítimos estacionamientos disminuyeron sensiblemente: los denominados cepos en las ruedas de los vehículos en infracción. En este caso, la ley se cumplía por el riesgo cierto de sufrir la inmovilización del rodado y la aplicación de la consiguiente multa.
La pregunta es: ¿cuál sería la razón para no volver a aplicar este mecanismo o alguno semejante?
Semáforos circenses o lavadero de cristales: no necesita mayor explicación evocar la cantidad de personas que pueblan los diferentes semáforos, ofreciendo (virtualmente exigiendo) compensación ya sea por eventual limpieza de cristales, solicitando directamente colaboración o por un espectáculo circense no solicitado.
La negativa podría generar potencialmente algún riesgo para los conductores detenidos. En este caso, la reflexión radicaría en la posibilidad de aplicar algunos mecanismos legales, ya sea de identificación personal, antecedentes, o vigilancia de estas conductas por parte de los cuerpos de seguridad de la ciudad.
Tracción a sangre. De antiguo ha sido prohibida en todo el ámbito de la Ciudad. Este tema se enmarca en la triste situación por la que atraviesa el país todo, en materia de pobreza y desocupación, que la ha visto proliferar. Sería positivo saber si en la ciudad el tema se encuentra bajo análisis, dado los evidentes trastornos que este tipo de traslados genera en el desplazamiento vehicular en las calzadas.
Limpieza y aguas estancadas. Resulta innegable la intensidad con que los casos de dengue se han manifestado. La prédica sanitaria sobre prevención en cuanto a evitar charcos de agua, y en general espacios públicos limpios, no parece que haya producido demasiados efectos en la Ciudad. Sería positivo mejorar en este sentido.
Sirvan estas líneas como aporte para la reflexión, que emanan de quien desea fervientemente el éxito de las actuales gestiones, tanto local en la ciudad, como a nivel del país.
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