Si Mauricio Macri renunciara a su reelección podría conformarse una propuesta de Juntos por el Cambio que incluya a Roberto Lavagna como Presidente.

En un momento incierto, difícil, pero no inédito, del discurso político argentino, justamente a mérito de esa complejidad, aparecen diversidad de diagnósticos y propuestas. El ciudadano de a pie, aquel no enrolado en una ideología definida, ante este escenario, se pregunta sobre cómo es posible que proposiciones aparentemente razonables, lógicas y posibles, se encaminen a senderos en muchos casos, tan divergentes. Una de las respuestas podría ser que en cada uno de los diagnósticos existen distintos objetivos que llevan a una parcialización de la realidad, de tomar sólo en cuenta una parte del escenario a considerar. Otro de los problemas estriba en que cada una de las posiciones aparentemente consistentes y razonables, y que muy probablemente lo sean, en muchos casos son excluyentes. Y aquí viene el segundo término del título: las prioridades. Entre varios caminos, varias opciones, justificadas y aparentemente factibles, ante la imposibilidad de acceder a todas en conjunto, resulta imperioso fijar prioridades. No se puede hacer ni lograr todo, ni al mismo tiempo. Algo debe ser resignado. Pospuesto. Llegado a este punto, emerge el tercer término del título.

En este contexto, le corresponde a los principales actores de la escena política, asumir responsabilidades. Que suponen, entre otras obligaciones, declinar apetencias legítimas, razonables, incluso justificadas, en aras a un objetivo superior. Priorizar. A poco de conocido el resultado de ese inútil engendro institucional, que supone ser las PASO, hicimos conocer en distintos ámbitos (*) algunas reflexiones que contenían una propuesta. Entre otros conceptos, allí expresábamos:

 

“¿Un sueño imposible? ¿Improbable? ¿O quizás salvador?” Aún con la persistencia de los ruidos y del estupor por el resultado del acto electoral del 11 de agosto pasado, una de las conclusiones obvias que ha concitado una mayoritaria adhesión, consiste en afirmar que el Gobierno, y en especial el presidente Macri, ha sufrido un duro golpe que ha agravado aún más su ya desgastada imagen en un importante sector de la población. En este escenario, ante la probable inminencia de la derrota del partido oficial, también vastos sectores sienten y expresan su preocupación, no ya por la partida del actual gobierno, sino por la llegada, una vez más, del populismo que ha conducido al país, casi en la totalidad de los últimos 70 años, a una situación de endémico atraso y postergación.¿Resulta inevitable este futuro? Para algunos no caben alternativas. Empero, podría surgir en hipótesis, alguna oportunidad. Qué pasaría si el presidente Macri renunciara a su candidatura reelectiva y acordara con Roberto Lavagna el apoyo a su fórmula. Podría conformarse así una propuesta con la boleta íntegra de Juntos por el Cambio, a excepción de la actual sección presidencial, reemplazada por la de Lavagna.  Independientemente de los deseos personales y de las posibilidades legales y fácticas, surgen, en un intento de análisis objetivo, numerosas ventajas ante esta alternativa:

 

Los mercados podrían ceder en su nerviosismo, con lo cual facilitarían el tránsito hasta el acto electoral, y por supuesto, el devenir del futuro gobierno. Las razones: la buena imagen del  Lavagna, y la posibilidad concreta de evitar en un ballotage la amenaza de triunfo kirchnerista

 

Al desaparecer la postulación del actual presidente, cuya imagen es menor a la de sus otros candidatos para las restantes categorías, mejorarían sensiblemente las posibilidades para éstos, caso Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, etc.

 

Se podría factibilizar un futuro parlamento con una composición que evite la concentración de poder en manos de un solo partido. Sería posible concretar casi de inmediato la propuesta solicitada por Lavagna de establecer un programa de gobierno que contemple no sólo la solución o al menos el paliativo de los graves problemas actuales, sino comprometerse a las medidas de fondo que el país requiere inexorablemente, como condición para salir de su atraso histórico, más allá de la prédica distribucionista demagógica.

 

Está en manos de los candidatos poder reflexionar sobre esta posible alternativa, y en caso de admitir su factibilidad, asumir generosos renunciamientos en aras de un acuerdo como el planteado más arriba”.

¿Qué supone este sueño imposible o improbable? En primer lugar fijar prioridades. En aras al bien común. A título de ejemplo: un prestigioso historiador al ser interrogado sobre este camino que hipotéticamente podría asumir el presidente Macri, señalaba (**), no sin razones, que tendría como desventaja la asunción anticipada de una derrota, de un fracaso político, por lo cual no lo estimaba oportuno. Frente a este razonable argumento, aparece el tema de prioridades: esa anticipada asunción de derrota, por otra parte aparentemente inevitable ¿no tiene menor costo que las ventajas señaladas en el documento transcripto más arriba, como por ejemplo, permitir la posibilidad de continuar en la gobernación de la vital provincia de Buenos Aires, o asegurar el más que probable triunfo en la ciudad de Buenos Aires? En un análisis de prioridades, entre otras,¿no cabría optar por la resignación de una candidatura aparentemente derrotada, frente a la consolidación de un bloque parlamentario que asegure la vigencia de un parlamento plural?

Y se llega al tercer término del título: responsabilidades. Frente a la sociedad, y frente a los propios partidarios tanto sea de Juntos por el Cambio, como por parte de Consenso Federal.  En el primer caso, teniendo la generosidad de resignar nada menos que la opción presidencial. Y en el segundo, abandonar por el momento, el objetivo de una propia representación parlamentaria, que a mérito de las cifras de las PASO, sería obviamente mínima de repetirse ese resultado.

 

Este sueño requiere un último término, no incluido en el título, pero reservado para el final: generosidad en aras de una prioridad que contemple un objetivo quizás superador de parte de la grieta que afecta al pueblo argentino.

¿Posible? ¿Probable?

 

Referencias

(*) LA ONDA DIGITAL. 19/8/2019.

(**) Reportaje al Dr. Luis Alberto Romero. Canal LA NACION+. 02/9/19.

 

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