En un contexto absolutamente politizado, la Argentina asistió al cierre de listas para las próximas elecciones.
Tal como era de prever, se presentó por el oficialismo una lista unificada, sin disidencias, por supuesto que con el dedo rector de la vicepresidente, que permitió mínimos posicionamientos por parte del presidente Fernández, y pobló las listas de acólitos de La Cámpora y sus seguidores.
En el plano de la oposición, en cambio, dado el carácter de coalición sus dos principales socios, presentaron para la contienda primaria, sendas listas, en algunos casos hasta tres serán las opciones para el electorado opositor. En este marco, se pudo observar una saludable renovación de la UCR exhibiendo en sus propuestos, varios nombres atractivos, por sus características y juventud, elemento éste que genera un refrescante hálito al hasta hace poco anquilosado centenario partido, que ha figurado en las ultimas épocas, como furgón de cola del partido PRO del ex presidente Macri.
La campaña ya se desató, con la participación muy decidida de Alberto Fernández y la ausencia ¿obligada en Zurich? de Macri, varado por la restricción de vuelos hacia la Argentina.
A pesar de la campaña electoral, la vida sigue su curso, con los clarooscuros, más oscuros que claros, que impregnan la vida nacional.
La Argentina ha contratado, finalmente la compra de vacunas al principal proveedor mundial, Pfizer, luego de bochornosas declaraciones oficiales desde el inicio del año, acusando al laboratorio de proponer cláusulas inaceptables, entre otras falsedades que encubrieron la verdadera intención de colocar en el centro de la provisión vacunatoria a las provenientes de Rusia y China.
Ese rosario de engaños, no obstante tuvo su propia autodesmentida con una carta enviada a Rusia que revela la encrucijada del Gobierno por la falta de vacunas. (1)
Se conoció que una asesora clave del Presidente, el 7 de julio pasado, dirigió una carta, vía mail, al Fondo Ruso de Inversión Directa, en la que se revela la encrucijada desesperante en que se encuentra el Gobierno en relación con la apuesta fundamental de su plan de inmunización: la Sputnik V. También desnuda que la preferencia por esa vacuna ha sido una opción geopolítica, igual que el desinterés por productos alternativos.
La nota señala “ estamos en una situación muy crítica” y clama por la no llegada de la segunda dosis.
El texto desnuda que la estrategia de vacunación estuvo guiada por criterios geopolíticos, acaso más que sanitarios. Un aspecto que ilumina de nuevo la resistencia a comprar vacunas norteamericanas, sobre todo la del laboratorio Pfizer, única autorizada para uso pediátrico, añadiendo todo lo que el gobierno de Fernández está haciendo por el de Putin: “Nosotros respondimos siempre haciendo todo lo posible para que Sputnik V sea el mayor éxito, pero Ustedes nos están dejando con muy pocas opciones para continuar peleando por este proyecto”.
En este contexto solamente el 13% de la población recibió dos dosis y 38% sólo una, mientras casi siete millones de personas que recibieron largo tiempo ha la primera dosis de Sputnik, padecen con profunda angustia la escasa perspectiva de recibir la segunda vacuna.
La economía
La inflación continúa impertérrita su marcha, confirmando que el año 2021 totalizaría un piso del 50%, cifra similar a la que arroja el computo de los doce últimos meses transcurridos entre julio del año 2020 y el último mes de junio. Cifra abismal para el 90% de los países del mundo.
A su vez, la Argentina ha dado un paso descendente dramático: coincidentemente con la “descalificación”, al pertenecer a la última categoría según analistas internacionales, ha dejado definitivamente de ser un reconocido país de clase media. Según un informe del Banco Mundial la misma bajó del 51% de la población antes de la pandemia al 45% en 2021, con 1.700.000 de personas menos. El país tiene mayoría de pobres. (2)
No sólo los tropiezos en la campaña de vacunación y la incontrolable inflación son motivo de preocupación oficial. También el regreso anticipado del dólar a las tapas de los diarios, introduce otro factor de tensión.
Su inevitable crecimiento deriva de un fenómeno multicausal nunca adecuadamente abordado: ancla cambiaria, excedente de pesos por la irresponsable emisión, nuevas restricciones del Banco Central para cuidar reservas y más desconfianza sobre el rumbo poselectoral con una economía plagada de medidas intervencionistas.
Éxodo de empresas
Una de las grandes empresas farmacéuticas de origen estadounidense, Eli Lilly, anunció que dejará la Argentina a partir del 1° de septiembre próximo, con su consecuente realimentación de desempleo: el laboratorio que se hará cargo de sus líneas, señaló que el acuerdo entre ambos no incluye la obligación de mantener la actual plantilla de personal.
También se irá la petrolera china SINOPEC, éxodo que se suma al ya conocido de firmas de magnitud como Walmart, Falabella como así también líneas aéreas, que suspendieron por ahora sus operaciones en la Argentina o directamente abandonarán el país. (3)
Múltiples causas son las determinantes de este éxodo, y que han sido recogidas por un informe del Departamento de Estado de los EE UU (4) al respecto: falta de rentabilidad, mal clima de negocios, presión impositiva sin techo, leyes laborales rígidas, trabas operativas, carencia de financiamiento, controles de capital –el cepo–, restricciones al comercio, incertidumbre económica, políticas intervencionistas, y la alta inflación, entre otras, contribuyen a la huída empresaria.
Ratificando la descripción, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), refiere que 90.700 locales y 41.200 negocios cerraron el año pasado, provocando la pérdida de 185.300 empleos. (4)
Finalmente, el gobierno de Alberto Fernández evitó otra vez condenar las protestas que se levantaron en Cuba. A diferencia de otros países de la región, la Argentina no adhirió a una declaración impulsada por el departamento de Estado de los Estados Unidos en las que se rechaza “las masivas detenciones” y se llama a defender la pelea de los cubanos por sus derechos y libertades, en una proclama a la que adhirieron numerosos países, entre ellos Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, de nuestro continente.
En consonancia con esta actitud, el gobierno argentino fue justamente cuestionado por el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco: “Es sorprendente que Alberto Fernández tenga una curiosidad por el tema de los derechos humanos tan selectiva y oportunista, porque está al tanto de las violaciones de derechos humanos por los carabineros en Chile, o las de Colombia, y alega ignorar la realidad cubana.” (5)
Nada para celebrar en el escenario argentino. Lamentablemente.
Referencias del diario La Nación: (1) 28-7-21; (2) 29-7-21; (3) 19-7-21; (4) 21-7-21; (5) 26-7-21.