La verdad aunque cueste o duela
La Argentina ofrece en estos días un espectáculo inusitado. En el contexto de una pandemia que está lejos de suavizar aún sus terribles efectos, de un déficit de vacunación que recién en los últimos días ofrece algunos visos de aceleración, en un clima de encierro récord, recién morigerado a mérito simplemente de las encuestas que vociferan que el país no aguanta más una casi eterna cuarentena total o parcial, ha reaparecido con virulencia el escenario preelectoral teñido de debates que a la ciudadanía común le estarían resonando como absolutamente ajenos.
La Argentina o el país del no retorno
La Argentina podría constituir un claro ejemplo de país del eterno retorno. Por décadas (quizás con altibajos hace más de siete decenios?) tropieza y cae fruto de similares dislates económicos.
Otro castigo autoinflingido
Entre las preocupaciones centrales del gobierno nacional, además de la colonización de la justicia y el control de la interminable pandemia, amén de haberse percatado (muy tarde) de la imprescindible necesidad de vacunas, se encuentra la inflación que aparentemente será uno de los motores del voto popular en las próximas elecciones.